TIJUANA.- El gobierno de la ciudad le rindió honores al oficial Julio César Oliva Rangel, quien murió en cumplimiento de su deber el pasado 31 de diciembre.

“¡Misión cumplida compañero!”, es la frase con la que lo despidieron sus compañeros y oficiales de corporaciones de Estados Unidos.

También lo acompañaron amigos y familiares en el Instituto de Capacitación y Adiestramiento Profesional (ICAP).

También le rindieron honores la alcaldesa Montserrat Caballero Ramírez, en representación del XXlV Ayuntamiento de Tijuana, y el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal (SSPCM), Fernando Sánchez González.

Se inició un año triste, pero “quiero decirles que esta Presidencia Municipal siempre estará del lado de los policías, y lamentablemente o afortunadamente, Julio César será el primer beneficiado con el Fideicomiso creado para los policías, para velar por sus familias, como lo prometí”, recordó la alcaldesa.

La noche del domingo 31 de diciembre, Oliva Rangel participó en un operativo para aprehender a los presuntos responsables de un robo con violencia en la Ciudad Industrial de Otay.

El uniformado subió al techo de la bodega en busca de los sospechosos, pero cayó por el tragaluz y pereció.

Oliva Rangel ingresó a la corporación el 24 de septiembre de 2005; su última comisión fue la de Agente en Distrito Centenario a partir del 10 de abril del 2021.

Se guardó un minuto de silencio, se realizó también el pase de lista, salvas y guardias de honor por parte del director general de Policía y Tránsito Rafael Vásquez Hernández.

Al finalizar, la alcaldesa junto con el titular de la Secretaría entregaron el cubre féretro y la fotografía póstuma a la familia, quien pidió hacer un compromiso colectivo de valorar y respetar el trabajo de aquellos que arriesgan sus vidas por su bienestar para que su sacrificio inspire a trabajar en la búsqueda de un mundo más pacífico y compasivo.