TIJUANA.- De la terna que presentó la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda para elegir al próximo Fiscal de Baja California, destaca Ricardo Iván Carpio Sánchez.

En 2005 egresó de la Academia de Seguridad Publica del Estado (ASPE).

Se integró como agente de la hoy FGE; estuvo asignado en Playas de Rosarito como Jefe de Homicidios de la Policía Ministerial,
con el entonces Subprocurador Rafael González Cervantes.

Luego se integró a la Unidad Antisecuestros, en donde destacó por sus resultados.

Por esas acciones en beneficio de la población, además de cumplir requisitos en el período de la procuradora Perla del Socorro Ibarra pudo ascender a agente del Ministerio Público en esa misma dependencia.

Cuando estuvo junto con el ex Subprocurador de Investigaciones Especiales de la Procuraduría,
José María González, tuvo libertad para realizar sus investigaciones.

Ya para entonces la Unidad Antisecuestros era ejemplo a nivel nacional.

Por eso la desaparecida Procuraduría General de la República (PGR) buscó a Carpio Sánchez para integrarlo Fiscal Antisecuestros a nivel nacional.

No aceptó la invitación.

Y en el periodo del primer fiscal del Estado, Guillermo Ruiz Hernández, lo designaron Fiscal de Asuntos Especiales.

Su éxito en materia de seguridad es que durante su gestión logró ubicar y aprehender a secuestradores de empresarios de la región.

También descubrió los vínculos de delincuentes con algunos policías, aunque esto último le ganó enemistad con ciertas autoridades.

Evitó secuestros y otros delitos ante la dinámica implementada en Tijuana y después en todo el Estado.

Mantiene desde entonces coordinación con autoridades de otras entidades del país, para disminuir delitos como la extorsión de migrantes.

La confianza que tiene la gobernadora con Carpio Sánchez se logró cuando desarticuló a una banda dedicada al secuestro de empresarios del transporte en Tijuana.