TIJUANA.- En los primeros días de este mes, la Fiscalía General del Estado (FGE) localizó a 20 personas que contaban con reporte de búsqueda.

Se logró entre familias de quienes no están localizados y elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI).

La instrucción del Fiscal General del Estado, Ricardo Iván Carpio Sánchez, es atender con sensibilidad y profesionalismo estos casos y máxime cuando hay personas en peligro, indicó la institución en un comunicado.

Del 2 al 9 de julio la FGE, a través de la Unidad de Personas No Localizadas de la Fiscalía de Unidades Especiales encontraron a las personas.

Ya se encuentran en su entorno familiar y alejadas del peligro que pueda representar el que por alguna razón se hayan reportado como ausentes.

CÓMO DENUNCIAR UNA DESAPARICIÓN:

La FGE informó que se debe presentar un reporte de no localización al Ministerio Público.

Informar el lugar en que fue vista por última vez la persona que se intenta localizar, la ropa que portaba al momento de su desaparición y las características particulares, así como los posibles motivos que hayan podido detonar la ausencia de la persona.

Una vez realizado el trámite, la FGE inicia la búsqueda con el apoyo de los agentes de investigación, plataformas de redes sociales y la colaboración con otras corporaciones, así como de los medios de comunicación, a quienes se les comparte la ficha de búsqueda.

Es de destacar que al dar con el paradero de las personas y ser puestas a salvo, además de que el Ministerio Público tiene a la vista a quien estaba en carácter de no localizado, se le realiza una pequeña entrevista con el objetivo de descartar que durante su ausencia haya sufrido algún daño o afectación a su persona y saber el motivo por el cual se ausentó de su domicilio, ya que es importante conocer si dentro del mimo se encontraba bajo algún riesgo.

Cabe señalar que en los casos donde los ciudadanos por decisión personal se ausentan por un lapso de tiempo y que son reportadas ante la FGE, se dan de baja de las bases de datos hasta que la institución pueda corroborar que se encuentran fuera de peligro y se han reincorporado a su entorno familiar y social de forma normal.