TIJUANA.- Un posible daño a la hacienda pública federal por casi 200 millones de pesos detectó la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en el primer año de gestión del ex gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez.
Se trata de ‘inconsistencias’ en el manejo de recursos públicos otorgados por el Gobierno Federal.
La ASF notificó que se trata de 18 expedientes relacionados a contratos por adquisición de insumos Covid-19 y medicamentos al Instituto de Servicios de Salud del Estado (ISESALUD).
De acuerdo a una nota del periodista Adán Mondragón no proporcionaron la documentación para justificar la adquisición, comprobación de gastos, el oficio de compras, entre otros documentos de orden administrativo.
Eso causó un daño al erario federal por 76,283,710.90 pesos.
Otra anomalía se detectó durante la revisión del contrato para la adquisición de medicina y material de curación ejercido por la Unidad de Especialidades Médicas del Estado (UNEME).
Se pagó con Participaciones Federales a Entidades Federativas 2020.
Por eso generó un daño a la hacienda pública de 10,080,414.79 pesos.
Luego identificaron que ISESALUD pagó 54,956,620.00 pesos sin proporcionar la documentación comprobatoria y justificativa del gasto, derivado de un contrato por limpieza a instalaciones.
En Isesalud se presume un probable daño a la hacienda pública de 57,319,005.58 pesos, por la adquisición de insumos Covid y no proporcionar la documentación comprobatoria del gasto.
También se detectaron anomalías en la Auditoría Superior del Estado (ASEBC) para servicios de limpieza; en este caso por infringir normativas en la Ley General de Contabilidad Gubernamental, la Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la Federación, Arrendamientos y Servicios para el Estado de Baja California, entre otras dependencias.
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