TIJUANA.- Frida, de 12 años de edad, pidió al gobierno reconocer el trabajo de su padre, un oficial de la Policía Municipal asesinado el 26 de septiembre de 2008.

Yo aún no nacía cuando murió, contó la pequeña que con sus manos sostenía una pancarta.

“No conocí a mi padre porque murió protegiendo Tijuana. Ahora quién me protege a mí”, se leía en la cartulina.

La alcaldesa Karla Ruiz MacFarland acudió a la manifestación de policías que exigen prestaciones sociales, como pensión y jubilación.

Al irse, vio a la pequeña, se detuvo y tras una breve charla ofreció ayudarle.

La esposa del oficial Cruz Barba lamentó que gobiernos municipales se nieguen ayudarles.

Su esposo entregó la vida trabajando, sostuvo con voz entrecortada.

Ella tenía un mes de embarazo cuando se enteraron.

Al siguiente día mataron a Cruz en su patrulla, en donde otro de sus compañeros también falleció.