TIJUANA.- El gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdez volvió a exponer que todos los policías de Tijuana son “corruptos”.
Presentó varios reportajes de distintos medios de comunicación para denigrar a los uniformados, uno donde choferes denunciaban la presunta extorsión de traileros en la línea de Otay y de dos agentes detenidos, hace más de cinco meses, por cometer una extorsión en San Diego.
“Todos estos temas, por meses se han ventilado en la mesa de seguridad, sin embargo, ha habido caso omiso por parte de la presidencia municipal, va creciendo progresivamente la delincuencia y la impunidad de los mismos policías’’, aseguró.
Bonilla Valdez incluso sostuvo, sin evidencias, que elementos de la policía “atracan” a los indigentes en las inmediaciones de la Canalización del Río Tijuana.
Sobre el niño Yurem Abdiel que falleció por fuego cruzado entre policías y criminales, aseguró que en el reporte policial los agentes escribieron “puras mentiras” cubiertas por el jefe inmediato, y demandó al presidente municipal pedir la licencia del secretario de seguridad, Jorge Alberto Ayón Monsalve para poder hacer la investigación.
El Fiscal General del Estado, Hiram Sánchez Zamora se limitó a describir lo que determinó el peritaje, que las armas de los policías privaron de la vida a “Cesar”, el hombre armado que resultó con antecedentes penales y una bala perdida la que se alojó en el cuerpo del niño Yurem Abdiel, lo que le casi la muerte.
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