TIJUANA.- Tras evidenciarse que 3 empleados de la empresa Flex murieron por COVID-19, la compañía no tuvo más remedio que cerrar sus operaciones.
Días antes de esa decisión, la mayoría del personal entró en estrés por el filtro instalado para revisar la temperatura y el temor estar en posible riesgo de contagio, así lo denunció de manera anónima un empleado.
La primera defunción se presentó hace tres semanas, pero la empresa nunca informó que fue por la nueva cepa del coronavirus, pero mandó a cuarentena a todos los que laboraban con ese compañero.
El martes pasado otro empleado murió y tampoco les informaron nada. Pero el supervisor y personas que se relacionaban con él, fueron enviados a sus casas, eso provocó que ya todo el personal se alarmara. El jueves de esa misma semana, murió otro empleado.
Además, la hoy viuda de la segunda víctima difundió el acta de defunción, en donde se detalla murió por COVID-19.
El Director de la empresa FLEX habló con los integrantes del área en donde se desenvolvía el esposo de la señora, les aseguró que no pereció por el virus, pero uno de los colaboradores le mostró el documento.
Al no tener opción de debate, mandó a todo el personal a sus hogares.
“El muchacho del acta llegaba con temperatura alta, aunque se supone que les checaban la temperatura, el supervisor lo tenía que regresar” pero nunca lo hizo, denunció el trabajador de la empresa.
Fue por ese caso, que el jueves de la semana pasada por la mañana se le avisó a todo el personal que iban a parar labores hasta este jueves próximo pues van a limpiar e instalar separadores en las áreas de trabajo.
“La empresa sí está tomando medidas, pero no son las suficientes, no quieren parar y hay mucha gente que está enfermando, está mal ahí, pero como es una empresa grande les vale madre”, expresó.
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