TIJUANA.– La familia de Magnolia exige a las autoridades que se haga justicia por el accidente vehicular que le causó la amputación parcial de su pierna derecha, luego de abordar un taxi de ruta.

A más de una semana del hecho, permanece en el olvido de la aseguradora del transporte, sin respuesta ni apoyo por parte del chofer, de la empresa responsable, ni de las autoridades.

El accidente ocurrió el pasado 7 de abril sobre el bulevar Insurgentes, cuando el conductor del taxi, que viajaba con sobrecupo y a exceso de velocidad, perdió el control de la unidad al intentar cambiar de carril, estrellándose contra un poste.

Magnolia, de 49 años, regresaba de su trabajo cuando sucedió el impacto que le cambió la vida.

Carlette, hija de la víctima, relató que ni el conductor ni alguna aseguradora se ha presentado a ofrecer ayuda o al menos una disculpa.

“El chofer salió libre tras pagar una fianza de 50 mil pesos. Solo prometió firmar cada semana para no salir de la ciudad, y ya lo vi trabajando de nuevo, como si nada hubiera pasado. Incluso su licencia está vencida”, denunció.

Hasta el momento no hay información oficial sobre si el conductor continúa prestando el servicio en otra unidad o si el Instituto de Movilidad Sustentable (IMOS) del Gobierno del Estado le retiró el permiso para operar.

La familia teme que siga al volante sin consecuencias, poniendo en riesgo a otros pasajeros.

“No tengo nada personal contra el chofer, pero quiero que las autoridades se tomen en serio estas irregularidades. ¿Cuántos más tienen que resultar heridos o morir por un transporte público sin control?”, cuestionó Carlette.

Además del dolor físico, Magnolia y su familia enfrentan un proceso largo y costoso.

Su recuperación tomará al menos un año, tras lo cual deberá adaptarse al uso de una prótesis adecuada, que aún no han conseguido.

“Estamos pidiendo justicia, no solo para mi mamá, sino para que nadie más pase por esto”, concluyó su hija.