TIJUANA.- Ante la posibilidad de que un juez permita que la presunta asesina del catedrático Miguel Huerta Palacios esté bajo arraigo domiciliario, familiares y amigos de la victima protestaron afuera del edificio del Tribunal Superior de Justicia en Baja California para exigir no se permita.
“Tenemos temor de que salga bajo arraigo domiciliario, esa es una de las causas. Queremos que se haga justicia”, declaró la esposa de la victima, Érica Loya.
Expresó que su esposo además de ser maestro en la universidad tecnológica y una preparatoria, ayudaba a los vecinos con los problemas de la colonia, incluso a recolectar despensas para repartirlas a los necesitados.
“Es injusto, ningún ser humano debería de morir de esa manera, tan cruel”, comentó Carlos Eduardo Huerta, hermano de Miguel.
“Lo único que pido es que se haga justicia, que nos apoyen de todo corazón”, comentó mientras lloraba su mamá afuera de los juzgados penales y la penitenciaría donde está reclusa Angélica González Ríos.
Miguel siempre fue una persona amable y era querido en su colonia, donde organizaba a los vecinos para juntos tapar los baches, expuso Maribel Rocha, quien fue su amiga y vecina desde la infancia.
La presunta responsable fue novia de Miguel Huerta hace más de 20 años. El pasado 28 de octubre falleció en un hospital, a donde lo llevaron paramédicos de emergencia debido a que sufrió un traumatismo craneoencefálico porque Angélica lo golpeó con un bate de béisbol.
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