SAN QUINTÍN.- La caída en la contratación agrícola, provocada por el aumento de insumos, la escasez de agua, la incertidumbre fiscal y la volatilidad de precios, amenaza con detonar una crisis económica, social y política en Baja California, advirtió Walberto Solorio Meza, presidente del Consejo Agrícola del estado.

“Si no hay condiciones para sostener el empleo agrícola, la seguridad social colapsará, se debilitará el ingreso familiar, aumentará la deserción escolar y crecerá la tensión comunitaria”, dijo.

Actualmente, el campo genera más de 120 mil empleos formales, el 90% registrados ante el IMSS.

Su posible desaparición implicaría una pérdida masiva de aportaciones fiscales, acceso a servicios médicos, pagos al Infonavit y transporte laboral.

El Consejo Agrícola alertó que ya se observan consecuencias en comunidades rurales: caída en el consumo, violencia intrafamiliar, estrés económico y aumento de la informalidad.

Solorio recordó que por cada 10 mil empleos agrícolas se generan 250 millones de pesos anuales en contribuciones.

“Esto no es solo un problema productivo. Es un tema de gobernabilidad”, señaló.

El organismo propuso un acuerdo estatal que incluya incentivos fiscales, financiamiento emergente, operación garantizada y protección laboral.

“Si no se actúa ahora, la bola de nieve será imparable”, concluyó.