TIJUANA.- Con la llegada de la primavera, las flores amarillas se han establecido como un símbolo de la estación en la ciudad. Sin embargo, este año las ventas han experimentado un inesperado declive.
Ricardo Carbajal, propietario de una florería en la calle Cuarta, expresó su desilusión: «Nos preparamos con anticipación para el 21 de marzo, pero las ventas han sido más bajas de lo esperado».
A pesar de esta tendencia, la tradición de regalar ramos de flores amarillas sigue vigente. Jacky, quien cada año obsequia un ramo a su hija, reflexionó: «Para mí, representan el amor puro y sincero».
Ariel, un cliente habitual, comparte su propia costumbre: «Desde hace un par de años, obsequio flores a mi novia para celebrar el inicio de la primavera. Es una forma sencilla y sincera de mostrar cariño».
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