TIJUANA.- Los pasajeros del vuelo 3041 Bajío-Tijuana de Volaris arribaron al Aeropuerto Internacional de Tijuana cerca de las 14:00 horas, este domingo 8 de diciembre, tras un intento de desvío por parte de uno de los viajeros, lo que provocó un aterrizaje de emergencia en Guadalajara.

El vuelo, originalmente programado para despegar a las 02:56 horas, partió con retraso a las 07:17 desde León, Guanajuato.

Pero unos 30 minutos después del despegue, un pasajero identificado como Mario intentó desviar la aeronave hacia San Diego, California.

Eso generó momentos de pánico entre los viajeros.

Jesús, uno de los pasajeros, relató que el hombre amenazó a una sobrecargo con una pluma y trató de abrir la escotilla en pleno vuelo para forzar un cambio de rumbo.

“Él estaba muy alterado, pero pude hablar con él para que se calmara y se entregara pacíficamente. Me dijo que estaba huyendo del narcotráfico y buscaba protección en Estados Unidos. Viajaba con su esposa y sus dos hijos”, narró Jesús.

La tripulación, con el apoyo de algunos pasajeros, logró controlar la situación y seguir los protocolos de seguridad.

El avión aterrizó de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara, donde Mario fue entregado a las autoridades; el vuelo se retrasó y continuó su destino a Tijuana.

Para Gerardo González, otro pasajero, la experiencia fue aterradora

“Sentí que mi seguridad estaba en riesgo. Él quería llegar a San Diego porque decía que iba a pedir asilo político, pero lo que realmente pasó es que aterrizamos en Guadalajara. Comentó que en Guanajuato había recibido amenazas del cártel”, mencionó.

Aunque el vuelo concluyó sin mayores incidentes, los pasajeros coincidieron en que la tensión vivida a bordo fue extrema.

La llegada a Tijuana fue un alivio tras horas de incertidumbre, agradeciendo las acciones rápidas de la tripulación y los pasajeros que intervinieron.