TIJUANA.- El lunes 2 de septiembre, empleados del Centro de Rehabilitación Integral (CRI) del DIF en Tijuana iniciaron una protesta pacífica para exigir un aumento salarial que aseguran no se les otorga desde hace una década.

El personal atiende a niños y adultos con autismo y otras capacidades diferentes.

El paro de actividades afectó a varios pacientes, quienes se encontraron con las oficinas abiertas pero sin personal.

Jesús Bonilla, padre de tres niños con diagnóstico espectro autista, expresó su frustración al no poder acceder a las terapias para sus hijos.

Alicia Hernández padece discapacidad motora y desde hace mucho tiempo es paciente del CRI, pero ante la ausencia de los terapeutas, se tuvo que ir.

«Para mí, contar con estas personas es clave como discapacitada; y la institución es algo maravilloso para nosotros, es como si fuera otra familia, nos abriga, nos abraza y nos atiende, así que no tener la terapia si me afecta», comentó.

Alicia Hernández.