Tijuana.- La conversión de un negocio a empresa amigable con el medio ambiente no solo es una decisión ética, sino también una estrategia inteligente. Adoptar prácticas sostenibles puede ofrecer numerosos beneficios tanto para la empresa como para el entorno natural.
En opinión del IBQ. José Carmelo Zavala Álvarez, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C., una empresa amigable con el medio ambiente tiene un impacto tangible en la protección del planeta. Reducir emisiones de gases de efecto invernadero, minimizar el uso de recursos no renovables y disminuir la contaminación son acciones que contribuyen a un entorno más saludable y sostenible para todos.
“Los negocios duraderos son los negocios sustentables. Estas empresas son las que ya ofrecen productos y servicios amigables con el medio ambiente, que los consumidores aceptan y exigen cada vez más, que las exige el ciudadano cada vez más consciente porque, quiere patrocinar con su compra, con sus recursos, productos y servicios; buscan que no le roben o destruyan el futuro propio y de sus hijos”, señaló.
Egresado del programa LEAD por el Colegio de México, José Carmelo Zavala Álvarez, consideró que la conciencia ciudadana por el cuidado y protección del medio ambiente está creciendo “Hoy se valoran las cosas no solamente por el precio, si no las cosas que tienen sentido para nuestro presente y nuestro futuro”, expresó.
El impacto positivo en el medio ambiente también repercute en la calidad de vida. Menos contaminación significa aire y agua más limpios; esto se traduce en una mejor salud para todos. Las empresas que invierten en tecnología y logística en su camino a la sostenibilidad generalmente logran beneficios económicos y sociales.
“En la actualidad la producción no se distribuye, no se disemina sola y por eso existen grandes desperdicios de alimentos en la cadena de distribución”, dijo el director del CIGAMX. Agregó que es necesario hacer más énfasis en la distribución y colaboración como filosofía de negocio sustentable que ya es el presente del comercio y la empresa.
Entonces los organismos empresariales, empresarios pequeños y grandes, tienen que alinearse con esa filosofía, con ese pensamiento que ni siquiera es nuevo, solo se trata de recuperar la mística del comercio como en sus orígenes.
Mientras las empresas, negocios o comercios se conviertan en mejores distribuidores de bienestar, se necesitará menos un gobierno que ayude a disminuir o romper las asimetrías que se van dando “Me parece que es el reto ante la proximidad de un nuevo gobierno con una filosofía de una prosperidad compartida que hace énfasis más en la distribución que en la producción” finalizó.
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