ENSENADA.- El agente canino ‘Boris’ se aferra a vivir tras recibir disparos en el pecho y una pata al entrar a una vivienda para detener a uno de los hombres que en ese momento atacaba a una decena de policías en el ejido Francisco Zarco.

Todo empezó en los primeros minutos de este viernes, cuando policías municipales trataron de detener a un automovilista que después de agredirlos a tiros, se atrincheró en una vivienda.

En ese intercambió de balas, murió un oficial y tres resultaron heridos, lo que movilizó a decenas de autoridades que más tarde detuvieron a dos personas involucradas en los hechos.

Ese enfrentamiento continuó durante la madrugada; fue cuando un elemento de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC) y su compañero de cuatro patas se aproximaron a la entrada del inmueble.

Al ver que una ventana estaba quebrada y que cesaron los disparos por parte de los agresores, tras recibir las instrucciones de su manejador, el agente canino brincó por la abertura.

‘Boris’ entró, corrió, ubicó y trató de neutralizar a mordidas al atacante, pero éste le disparó en el pecho y, a una pata.

Eso permitió al resto de los agentes entrar a la casa para detener a Guillermo ‘Memo’ ’N’ y después a Santiago ’N’.

‘Boris’ comenzó a desangrarse; los policías creyeron había muerto.

Lo llevaron a una patrulla a darle reanimación, pero no respondía.

De urgencia lo trasladaron a una veterinaria.

Luego fue sometido a una operación por una lesión grave en el pecho.

El secretario de Seguridad Ciudadana de Baja California, General Leopoldo Tizoc Aguilar Durán lamentó la muerte del uniformado en cumplimiento de su deber, las lesiones a sus tres compañeros y las heridas graves al agente ‘Boris’.

El agente canino (K9) es de raza pastor belga malinois, de 4 años de edad, entrenado en la detección de narcóticos, así como brindar guardia y protección.

Tiene destacados resultados en los últimos meses, incluso en la localización de armas de fuego en compartimentos de vehículos.

A su agresor no se le puede juzgar por herir a “Boris’, pues en México la ley considera al perro un bien y no un policía, cuando es entrenado para ese fin, como en este caso.