ENSENADA.- A Iancarlo Silva Ortiz, de 20 años, parece que se lo tragó la tierra en la zona turística de Ensenada, en donde se le vio por última vez la noche del pasado 30 de octubre.
Su madre, Judith Ortiz salió de su casa en Guaymas, Sonora, con destino a este puerto bajacaliforniano para buscarlo.
Ocurrió después de que el domingo no tuvo noticias de él.
Llegó el lunes y fue directo a interponer la pesquisa correspondiente en la Fiscalía General del Estado (FGE).
Su hijo vivía con un tío y estudiaba la licenciatura en Administración de Empresas, pero una noche antes salió a la Cevercería 22.
“Iba con su novia y una pareja de amigos”, explicó Ortiz.
Una versión, dijo, es que ella se fue al sentirse mal, mientras que sus dos amigos lo abandonaron en el bar cuando estaba en estado de ebriedad.
“¿Por qué lo dejaron ahí, si ya sabían el estado en que estaba?”, se pregunta la señora Judith.
Esa madrugada, al parecer por error, Iancarlo le marcó a su mamá, pero ella no se dio cuenta.
“Él me había hecho una videollamada a las cuatro doce de la madrugada, pero obviamente yo no lo escuché, yo estaba dormida a esa hora. Que creo que fue por accidente que él marcó”, detalló.
Le respondió por la mañana con un mensaje y él contestó “mandé, y ya de ahí ya no supe nada de él”
No sabe si en realidad era él, lo que sí tiene seguro es que “era de su teléfono celular”, recordó.
Desde el lunes, Janeth no se ha detenido en buscar a su hijo y preguntar a la gente si lo ha visto.
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