TIJUANA.- La familia del fotoperiodista Margarito Martínez alcanzó a escuchar los disparos de quien lo privó de la vida .

María Elena Frausto, esposa del reportero gráfico, escuchó las detonaciones.

Fue por eso que pidió a su hija que se asomara.

La menor, recordó, vio por la ventana a su padre, ya sin vida.

“Es una pérdida que, ahorita a lo mejor no lo asimilo, pero al tiempo, mañana o pasado que ya no esté, que ya no lo vea llegar, va a ser muy difícil”, dijo.

Sabe que en ese momento iba a trabajar rumbo a Fundadores o El Rubí, y no tenía conocimiento de que sufriera de amenazas.

Martínez estaba inscrito al programa de Protección a Defensores de Derechos Humanos y Periodistas del Gobierno de Baja California.