LINDERO NORTE
AUTOR: Antonio Heras
Preocupa el saberse en una entidad en el que la autoridad decreta que hay paz social.
Es el decreto de Bonilla gobernador.
Se trata de un argumento falso que aparenta ser verdad. Un sofisma, vaya, sin más.
Aseguró también que no hay violencia y a la semana siguiente dijo que siempre sí hay violencia por las luchas intestinas de bandas criminales en la disputa de los territorios.
Los informes oficiales de incidencia delictiva ubican a Baja California como una de las entidades con mayor inseguridad de México y Tijuana las más violenta del mundo.
Es la entidad que reporta el mayor número de asesinatos de mujeres; 150 en el primer semestre de 2021 y solo seis considerados feminicidios.
Preocupa porque la población se siente insegura en sus calles y ciudades y porque siete de cada 10 habitantes no confían en que sus gobernantes resuelvan el problema de inseguridad, según el INEGI que le preguntó a los bajacalifornianos para integrar la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana.
Decretar ayuda, pero se requiere de algo más, incluidas las jaculatorias y las estampitas religiosas y milagreras.
Mientras tanto, a disfrutar la paz social que nos legó Bonilla.
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