TIJUANA.- El agente de la Policía Ministerial, Fernando Antonio Coria Hernández, murió a consecuencia de los disparos de arma de fuego que recibió tras ser atacado en el Cañón La Piedrera.

Aunque compañeros del uniformado caído creen que pudo salvarse, pero no fue posible por la negligencia del operador de una ambulancia de la Cruz Roja, situación que niega el Comandante de la benemérita institución, Juan Carlos Méndez.

Coria y otro de sus compañeros atendieron el reporte de unas personas armadas a bordo de un vehículo, lo que generó una persecución en dicho Cañón.

Eran dos ocupantes del vehículo corrieron rumbo al cañal del Cañón ubicado a la altura del Flamingos, en donde dispararon a los ministeriales.

A pesar de estar heridos los agentes de la Unidad Contra el Robo de Vehículos abatieron a uno de los agresores y el otro huyó.

Acudieron tres ambulancias de Cruz Roja cuyos paramédicos auxiliaron a los uniformados, pero en el caso de Coria, el operador de la unidad se negó a trasladarlo al nosocomio de la benemérita institución.

El doctor y ex alcalde de Tijuana, Jorge Astiazarán, escuchó la negativa por la frecuencia de radio e incluso que el operador argumentaba desconocer esa orden.

Por la misma vía de comunicación el doctor expuso que él dio la orden de atender al uniformado en el hospital, entonces pidieron despejar el área, pero a los pocos minutos de ser auxiliado murió.

El Comandante Juan Carlos aseguró nunca existió una negativa, lo que buscaban era asegurar el espacio porque minutos antes les indicaron que debían llevarlo al hospital del Issstecali en el Mirador porque fue en el Hospital General en donde se negaron a recibirlo para ser operado.

Que en paz descanse.